La habitación era amplia y contaba con una terraza privada que invitaba a relajarse al aire libre. El ambiente del restaurante, especialmente en la terraza, era acogedor y perfecto para disfrutar de la comida.

Despertar a las 8 de la mañana por el arrastre de muebles es difícil de aceptar, especialmente cuando el check-in no es hasta más tarde. Además, había problemas con el ruido dentro de la habitación. el suelo crujía con cada paso y las puertas parecían hechas de papel, dificultando el descanso nocturno.

La terraza del restaurante es un lugar perfecto.

La experiencia en Soraluze Hotela fue bastante frustrante. Las habitaciones eran ruidosas debido al movimiento de muebles temprano en la mañana, lo que arruinó nuestro descanso. Además, la comida del restaurante no cumplió con nuestras expectativas. el entrecot era una suela de zapato, y efectivamente, parecía un atraco por lo caro que era. La atención del personal no fue amable, haciendo que la experiencia aún se sintiera más decepcionante.

El Soraluze Hotela me encantó por sus habitaciones espaciosas y la hermosa terraza del restaurante. Disfruté de la tranquilidad, especialmente su jardín para pasear con mi perra. Solo noté un poco de ruido en algunos momentos, pero eso no afectó mi estadía.

Terraza del restaurante encantadora.

Comida deliciosa y servicio amable

Las instalaciones son cómodas y amplias, perfectas para descansar después de un día explorando. La terraza del restaurante es un lugar perfecto para disfrutar de una buena comida al aire libre.

Sin embargo, la limpieza podría mejorar en cuanto al horario, ya que recibimos llamadas demasiado tempranas para desocupar la habitación, lo que interrumpió nuestro descanso.

El ambiente es agradable y acogedor. la calefacción de la habitación no funcionó bien.

Lugar idílico y cama gigante

Me encantó el entorno del hotel, es realmente precioso y moderno. La habitación era amplia y tenía una cama gigante, muy cómoda para descansar después de explorar la zona. Además, el restaurante del hotel es muy agradable y la terraza invita a disfrutar de una buena comida al aire libre. Sin embargo, me gustaría que mejoraran la atención a la hora del check-out, ya que recibir llamadas tan temprano fue un poco molesto.

El entorno del hotel es realmente precioso, rodeado de naturaleza. La habitación era amplia y muy cómoda, con una cama gigante que garantizó un buen descanso. disfruté de la terraza del restaurante, un lugar perfecto para comer al aire libre. La atención de la recepcionista, Amaya, fue encantadora, lo que hizo que me sintiera bienvenido. Sin embargo, la limpieza de las habitaciones podía mejorar. noté pelos en las almohadas y eso no fue agradable. Además, la comida del restaurante no cumplió con mis expectativas, especialmente el entrecot, que era muy duro. El ruido en algunas habitaciones por los movimientos del personal y los muebles también resultó un poco molesto en ciertas ocasiones.

El hotel está rodeado de un hermoso entorno natural, ideal para paseos y jugar al golf. La comida del restaurante no cumplió con nuestras expectativas, el entrecot era un poco duro.

La habitación era amplia y muy limpia, perfecta para relajarse después de un día en la naturaleza. La atención al cliente fue destacable y realmente hicieron que la estancia fuera cómoda. Me encantaron los huevos frescos en el desayuno, una delicia. Sin embargo, noté que la atención en el check-out podría ser más ágil y hubo un pequeño contratiempo con el servicio de la cena que se retrasó un poco.

un refugio ideal para tranquilidad con mi perra

comida rápida, jardín espacioso

olor en la habitación

la modernidad y limpieza de la habitación me impresionaron, especialmente la cama gigantesca. además, la atención de amaia hizo que esta experiencia fuera aún más memorable.

el desayuno era algo limitado en opciones.

La habitación era amplia y muy limpia, perfecta para relajarse después de un día en la naturaleza. Me encantaron las comodidades como el escritorio y el aire acondicionado que hicieron mi estancia muy agradable. disfruté la terraza del restaurante, ideal para comer al aire libre y sobre todo, la atención de Amaia que hizo que me sintiera excepcionalmente bienvenido.

La limpieza de las habitaciones podría mejorar.

Las instalaciones del hotel son más cómodas que un sofá en un maratón de películas. La habitación era espaciosa, con un escritorio que permite trabajar tan cómodamente como en una oficina, pero sin las molestas reuniones. Además, tener WiFi gratis fue un salvavidas, ya que me permitió compartir mis aventuras en Oñate al instante.

Desayuno limitado